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Coordinador de Seminarios
Descripción del ministerio para líderes de iglesias locales

Introducción

Dios ordena que la iglesia sea una confraternidad con un propósito en común que continuamente crece en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. Pablo describe la iglesia como “su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo” (Efe. 1:23).

Dios proporciona los recursos necesarios para el ministerio a cada miembro de la iglesia: Las Escrituras, el poder espiritual, el carácter de Dios, y los dones espirituales.

Responsabilidades del Coordinador de Seminarios
Aunque puede variar de iglesia en iglesia, en general estas responsabilidades incluyen los siguientes componentes:

1. La planificación. Trabajar con la Comisión de Ministerios de la Iglesia o la Comisión de Ministerios Personales para elaborar un plan integral de seminarios. El plan debe basarse en las necesidades de la congregación y de la comunidad que la iglesia desea servir. Incluye una secuencia de seminarios sobre educación de la salud, la vida familiar, y la evangelización bíblica.
2. Trabajar en equipo. Al considerar las necesidades de la iglesia y la comunidad, escoger individuos productivos y de conocimiento en cuanto a la conducción de seminarios. Buscar personas prácticas, buenos trabajadores, personas con ideas y visión, buenos motivadores y organizadores. Se necesitarán también personas que tengan dones para trabajar con los que asistan, hacer amistad, invitarlos a la iglesia, e interesarlos en los estudios bíblicos.
3. Dirección del programa. El Coordinador de seminarios tiene que encargarse de muchos detalles; conseguir materiales, negociar locales para reuniones, organizar el sistema de inscripción, conseguir e instalar equipo audio visual, organizar recepcionistas, y ayuda en los quehaceres los seminarios. La inscripción es una parte importante del programa. La manera en la cual se maneja la entrega de materiales en la entrada, establecerá las primeras impresiones en cuanto al valor del programa. La provisión de cuidado para los niños es imprescindible si desea atraer familias jóvenes o padres solteros. Es vital que esta parte del programa esté bien organizada.
4. La publicidad. Se debe usar un enfoque empresarial para cada seminario, basado en las necesidades del grupo que desea atraer. Se debe organizar la preparación y distribución de la publicidad con anticipación, para que la gente pueda hacer sus planes de asistir e inscribirse de antemano por teléfono. Se puede comprar espacio de publicidad en la radio, la televisión y en los periódicos; usar carteles, avisos en los medios de transporte y otras formas de publicidad pública. El correo directo es el tipo de publicidad menos costoso. Consiga con el Coordinador de Interesados de la iglesia, la lista de personas interesadas, o haga la lista si no existe. Esta lista es la clave del éxito de la publicidad. Se puede organizar envíos masivos por correo. De igual manera, es parte de su trabajo conseguir, hasta donde sea posible, publicidad gratis de parte de los medios de comunicación; animar a los miembros de la iglesia a informarse unos a otros, y por medio de volantes invitar a sus familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
5. La oración. Organizar bandas y cadenas de oración para respaldar los seminarios con oración intercesora, orando especialmente para las visitas que no son miembros. El sistema de oración puede incluir la oración individual y en grupos.
6. El evangelismo por amistad. Uno de los propósitos primordiales de los seminarios es el establecer amistad con las visitas. Se debe incluir oportunidades para estudiar en grupos pequeños utilizando miembros de la iglesia como líderes de grupos para que haya oportunidades de solidificar estas amistades. Los cuestionarios usados en muchos seminarios ayudan a establecer la comunicación entre individuos, y permiten preguntas de decisión, como por ejemplo: “¿Le sería conveniente que alguien del equipo del seminario le visite personalmente para considerar más a fondo algunos de los puntos que hemos estudiado?” Tan pronto termine cada seminario, ponga al día la lista de interesados y elabore planes de enviarles una suscripción de una revista misionera.

Responsabilidades en la iglesia local. Corporación de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo día. © 1997, Edición 2017. Se otorga permiso para reproducir para el uso no comercial de la iglesia local.